Pasamos momentos difíciles, no sólo nosotros, que vemos cómo muchos años de esfuerzo por sacar adelante nuestro negocio se evaporan en un abrir y cerrar de ojos, sino todos. Somos conscientes. La pandemia no perdona a nadie.
Pero tratamos de mirar al futuro con optimismo, sabedores nosotros que la vendemos, que la esperanza es lo último que nos podemos permitir perder . Vamos a volver, desconocemos el CÓMO, pero estamos muy seguros del QUÉ.
El Ocean Bar rock volverá, y ese es nuestro compromiso, fiel a lo que nos ha hecho vuestra segunda casa. Nuestro producto no son los cócteles, ni la selección musical. Eso es secundario, la excusa para entrar por nuestra puerta. El Ocean son sus clientes, sus amigos, aquellos que llenáis nuestras mesas, nuestra barra, nuestro suelo a veces, con vuestras risas, vuestros chistes malos y vuestras polémicas opiniones acerca de UPyD y los New York Knicks. Eso no va a cambiar.
No somos un servicio esencial, no salvamos vidas, no pretendemos creer que el mundo se para sin nosotros, ni mucho menos. Pero cuando habéis necesitado una risa, un amigo que te aguante las penas, o alguien que te convenza de que se puede salir un jueves trabajando al día siguiente, ahí estábamos nosotros; eso no va a cambiar.
No vamos a cambiar, aunque cambien las circunstancias. El ser humano puede vivir sin bares, cierto. Pero la vida no merece tanto la pena vivirla. Vamos a volver, para seguir dando esa chispa en la vida de la gente que hace que los jueves sean un poco menos duros, y los viernes un poquito más. Vamos a volver para que podáis seguir arreglando el país desde nuestra barra, para que podáis seguir cambiando de equipo según ganen anillos o los pierdan. Porque eso es el Ocean, no sus copas, ni su música.
El Ocean sois vosotros, y eso no va a cambiar nunca.
Ese es nuestro compromiso.